Menores con solicitud de paradero: ¿Por qué se van?
Los motivos más frecuentes que llevan a los adolescentes a irse están vinculados a conflictos en el entorno familiar. Otra estadística aportada por la Comisaría del Menor es que alrededor del 95% de las denuncias de solicitud de paradero corresponde a mujeres.
La jefa de la Comisaría del Menor, Ivana Bustos, y la Licenciada en Psicología, oficial Principal, Sandra Pérez, brindaron las estadísticas, referidas a los chicos que se van de sus hogares, para interpretar algunos patrones que se repiten.
El promedio de edad de jóvenes que se escapan de su hogar en San Luis oscila entre los 12 y 16 años y en su gran mayoría se trata de chicas.
En estos primeros seis meses del año, se han realizado 55 denuncias de paradero (11 de chicas reincidentes), lo que representa un incremento del 15%, con respecto al mismo período del año pasado. En total, en 2016 se registraron 128 casos y, en 2015, 184.
Pérez por su parte, agregó a partir de sus 12 años de experiencia profesional en la dependencia policial, las principales problemáticas que atraviesan los menores que deciden ausentarse y cómo son contenidos cuando logran ubicar su paradero.
La especialista puntualizó que “frecuentemente el riesgo suele estar en el propio hogar” y especificó que en estos casos “la fuga de los chicos es una reacción de defensa, para huir de ese peligro que puede estar dentro de la familia”.
Además de estos motivos, detalló otras variantes que se repiten cuando los jóvenes deciden abandonar el hogar, indefinidamente o simplemente por algunas horas, “hay casos en que tienen temor de mostrar la libreta de calificaciones escolares; en ocasiones se fugan por imitación de una compañerita o por incitación; o para llamar la atención de sus padres o para castigarlos de alguna manera por sentirse abandonados; también son recurrente las chicas que se escapan con sus novios, porque sus padres no aceptan la relación”.
En los últimos tiempos, con el avance de las redes sociales, sobre todo en los más jóvenes, se produjo un nuevo fenómeno llamado “grooming” que consiste en la seducción de niñas por hombres mayores que se hacen pasar por chicos de la misma edad.
“Existen casos de grooming donde se pactan citas a través de facebook y después resulta que el adolescente es en realidad un hombre mucho mayor, que tiene intenciones deshonestas”.
En relación con el estado psicológico de las víctimas, destacó que “los casos más preocupantes son cuando el menor atraviesa un estado depresivo y consecuentemente son estos chicos los que tienen una mayor tendencia a reincidir” y amplió que “por lo general, estas chicas (el 95% de los casos son de mujeres) han sido víctimas de algún trauma psíquico, puede tratarse de abusos físicos o psicológicos”.
Dificultades en el seno familiar
La psicóloga marcó algunas de las falencias más repetidas por parte de los padres: “La gran dificultad en la puesta de los límites, la falta de empatía, es decir poder colocarse en el lugar del adolescente y averiguar cuáles son sus necesidades para descubrir por qué se van de sus casas”.
Gracias a sus años de experiencia reveló que “hay padres que ni siquiera se cuestionan por qué sus hijos se escapan, ni tampoco se interesan en buscar ayuda profesional ni de ningún tipo”. Desde la seccional, tanto la autoridad policial como la encargada de la contención psicológica, coincidieron en que notan una falta de preocupación o, directamente, son padres totalmente ausentes, y concluyeron en que esto genera en los niños una sensación de gran soledad al no tener ningún referente.
Pérez explicó el funcionamiento del equipo psicológico en la Comisaría del Menor y comentó que utilizan entrevistas semi estructuradas que se realizan inmediatamente el joven es encontrado.
“Primero se trabaja con el menor para que no tenga la típica sensación de que existe una alianza entre la profesional y sus padres, así logramos que se relaje y pueda sacar su angustia y encontrar un equilibrio emocional, luego se entrevista a sus tutores”.
“Se apunta fundamentalmente al ambiente familiar, para resolver qué está pasando y por qué al adolescente le surge la necesidad de fugarse, ahondando en la conflictividad y evaluando si existe un alto, mediano o bajo riesgo psicofísico”, indicó.
Cuando a través de la entrevista pueden dilucidar el estado emocional de la paciente, distinguen los sentimientos que la afectan, culpa, angustia, ansiedad por ejemplo y posteriormente intentan establecer nexos con situaciones específicas, personas o lugares para buscar el origen del conflicto.
El abuso sexual en las niñas, niños y adolescentes
Los conflictos en el hogar, tienen una infinidad de variables, pero una de las más complejas se da cuando existe acoso o abuso sexual por parte de algún integrante de la familia.
Estos flagelos suelen ser un motivo predominante para que los menores se vayan de sus hogares.
Estos casos son tratados de forma totalmente diferente por la comisaría: no se realiza la entrevista semi estructurada, sino que se opta por la contención psicoemocional ya que “no buscamos interrogarlos, esperamos que la víctima relate lo acontecido espontáneamente porque evitamos a toda costa la revictimización”.
Cuando los abusados son menores de 15 años, se recurre a la Cámara Gesell, que opera en los establecimientos judiciales y se trabaja con sumo cuidado para contenerlos, evitando que se sientan en un ambiente hostil.
Finalmente, la especialista recordó, tanto a menores como a mayores, que las puertas de la Comisaría del Menor están abiertas para recibir denuncias y contener a los jóvenes con dos psicólogas formadas especialmente para estas situaciones.